Domingo 22 de enero de 2012
EFE
El Ministerio de Exteriores iraquí aseguró hoy que Bagdad "no dependerá de nadie" y pidió a los países "amigos y vecinos", sobre todo a Turquía e Irán, que no intervengan en sus asuntos internos y que respeten su soberanía.
"Nos llegan desde el comienzo del año nuevo declaraciones y posiciones de altos funcionarios en los países vecinos que reflejan sus intentos de injerir en los asuntos internos de Irak", se quejó en un comunicado el Ministerio.
Apuntó que esas declaraciones demuestran una "falta de respeto a la soberanía de Irak y al Gobierno elegido por el pueblo iraquí".
Esta reacción de Irak se produjo un día después de que el comandante de las Brigadas de Al Quds, Qasem Suleimani, cuya fuerza depende de la Guardia Revolucionaria iraní, afirmara que Irak y el sur del Líbano están sometidos a la voluntad de Teherán y sus ideas.
También ocurre pocos días después de que el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, advirtiera de una posible guerra civil en Irak.
La nota agrega que "Irak no será nunca dependiente de nadie ni escenario para arreglar las cuentas pendientes entre otras partes".
Por lo tanto, Bagdad pidió a "los países vecinos y amigos y, sobre todo, a Turquía e Irán que respeten la soberanía y la independencia de Irak y que ayuden a su Gobierno y su pueblo a superar los retos de seguridad y políticos que está afrontando".
Desde finales del mes pasado, Irak vive una grave crisis política desencadenada por la emisión de una orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, por supuestos delitos de terrorismo.
Desde entonces, el país ha sufrido un repunte de la violencia, que ha coincidido con la retirada total de las tropas estadounidenses, con una serie de atentados, la mayoría contra la comunidad chií.