martes, 24 de enero de 2012

Primer ministro turco criticó la ley francesa contra la negación del genocidio armenio

Martes 24 de enero de 2012
por Burak Akinci

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó este martes de "racista" la ley francesa sobre el genocidio armenio, haciéndose eco de una opinión pública indignada, aunque no anunció medidas de retorsión a la espera de la promulgación del texto por Nicolas Sarkozy.

Primer ministro turco enojado con Francia
"El proyecto (de ley) adoptado en Francia es discriminatorio y racista", declaró Erdogan en el Parlamento turco ante los diputados del Partido Justicia y Desarrollo (AKP).

Erdogan afirmó que esta ley es completamente nula y sin valor para Turquía y afirmó que su país impondrá "etapa por etapa" las sanciones contra Francia que ha previsto, "sin dar marcha atrás de ninguna manera".
El lunes, el Parlamento francés adoptó definitivamente, después de un último voto en el Senado, un proyecto de ley que castiga con un año de cárcel y una multa la negación del genocidio armenio, un término rechazado por Turquía.

"Vamos a anunciar nuestro plan de acción en función de la evolución de este tema", advirtió Erdogan afirmando que "Turquía aún está en un periodo de paciencia".

El presidente francés Nicolas Sarkozy, promotor de este proyecto de ley que provocó una grave crisis entre Ankara y París, tiene en principio quince días para promulgarlo.

Erdogan, que utilizó un tono más moderado que lo esperado, manifestó la esperanza de que Francia "repare su error" y criticó las ambiciones de Sarkozy de cara a la elección presidencial francesa de mayo para seducir a un electorado de origen armenio y no a Francia en general, aliada de Ankara en la OTAN y socio estratégico, comercial y político.

El primer ministro precisó que su gobierno se esforzaba por lograr que los senadores franceses acudan al Consejo Constitucional, máxima instancia francesa que vela sobre la constitucionalidad de las leyes, para obtener la anulación del proyecto.

El presidente turco, Abdulá Gul, dijo por su parte que esperaba que "60 senadores franceses actúen" para anular el texto, y advirtió que una vez promulgado "es seguro que las relaciones turco-francesas no serán las mismas".

De momento, el embajador de Turquía en Francia permanece en su puesto pero Ankara, que lo llamó brevemente a consultas tras un primer voto de los diputados franceses el 22 de diciembre, planea esta vez retirar al diplomático y reducir su nivel de representación en Francia cuando el texto cobre fuerza de ley, subrayó una fuente informada.

Luego del voto en primera instancia, Ankara anunció que congelaba la cooperación político-militar con Francia y amenazó con una segunda ola de retorsiones.

Un partido nacionalista turco convocó manifestaciones para este martes delante de la embajada de Francia en Ankara y del consulado francés en Estambul para criticar el voto. "El genocidio armenio es una mentira imperialista", se podía leer en un cartel.

Frente a estas reacciones, el canciller francés, Alain Juppé, pidió a Turquía "sangre fría".

En tanto, Armenia, principal interesado, dio las gracias a Francia: "Es una jornada histórica para los armenios en el mundo entero", celebró el presidente Serge Sarkisian en una carta enviada a Sarkozy.

Pero Azerbaiyán, país en conflicto con Armenia por el Alto Karabaj, así como la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), dirigida por un turco, rechazaron el texto que sanciona con un año de prisión y 45.000 euros de multa la negación de todos los genocidios reconocidos por Francia, entre ellos el de los armenios.

Turquía rechaza el término genocidio, aunque reconoce que hubo masacres y que unos 500.000 armenios murieron en Anatolia entre 1915 y 1917 durante el Imperio Otomano.

Fuente: AFP