por Martin Hacthoun
A un día del término de su misión, los observadores árabes visitarán hoy nuevas localidades y ultiman los informes sobre su trabajo en Siria, que afronta, al margen, una escalada de la campaña política extranjera.
Adnan al-Khoudhir, jefe de la Oficina de Operaciones de la Misión Observadora, dijo que los equipos de veedores fueron desplegados en 16 zonas del territorio sirio, entre ellas Homs, Daraa, Idleb, Hama, Damasco, Damasco Campo, Lattakia, Deir Ezzor, Qamishli, Sweida, Palmyira, Banias, Albukamal y Hasaka.
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Observadores de la Liga Árabe en Siria |
Su misión ya expira el día 19 y la Liga Árabe deberá debatir el próximo domingo qué proponer al respecto. Medios árabes de prensa han difundido que el gobierno sirio no rechazaría la idea de una extensión, pero siempre y cuando se ajuste a lo acordado en el protocolo firmado, y no se contemplen exigencias que violenten su soberanía e integridad.
En las más recientes actividades, los veedores sostuvieron encuentros con líderes musulmanes y cristianos en Damasco, quienes les manifestaron el deseo de los creyentes sirios, no importa su fe, de vivir en armonía y concordia.
Durante la reunión, el Muftí de Damasco, jeque Bashir Eid al-Bari, resaltó el papel que juegan los patriarcas de las diversas religiones en poner fin a la actual situación y en restaurar la estabilidad.
Citado por la prensa nacional, al-Bari opinó que Siria emergerá fortalecida y más capaz para impulsar las reformas, y añadió que quienes cometen terrorismo y mutilan cuerpos ni son musulmanes, ni cristianos.
Por su parte, el patriarca adjunto de la Iglesia Ortodoxa Griega, obispo Luca al-Khouri, manifestó que desde los inicios tanto musulmanes como cristianos coexisten en fraternidad y concordia, y recalcó que Siria nunca ha vivido acontecimientos como los actuales en su historia, y denunció que son llevados a cabo por "peones al servicio de fuerzas externas".
Al-Khouri señaló que las jerarquías de las diversas religiones se han puesto de acuerdo en trabajar más duro para contribuir a restaurar la normalidad en la vida en Siria.
Otro equipo de observadores realiza visitas en Aleppo, donde se reunió con industrialistas, ciudadanos y familias que han perdido allegados en ataques de los grupos armados terroristas.
Los veedores asignados a la portuaria Tartous se reunieron con organizaciones caritativas y sociales, mientras otro grupo asistió a la liberación en la sureña Daraa de ciudadanos, estuvieron en la sede del gobierno provincial y recorrieron el poblado de Suur.
Más al norte, en Raqqa, un equipo de monitores visitó el Hospital Provincial, el Departamento de Seguridad Penal y la Prisión Central, donde conversó con ciudadanos detenidos y otros excarcelados en virtud de la nueva amnistía presidencial.
También sostuvo un encuentro con líderes musulmanes y cristianos y familias que han perdido a seres queridos a causa de la violencia terrorista.
Al-Khoudhir dijo este martes que unos 10 observadores serían enviados a Siria en sustitución de los que han solicitado abandonar la misión por problemas puramente personales. Procedentes de Arabia Saudita, Egipto y Somalia, estos llegarían a Damasco el jueves.
El jefe de operaciones de la misión aclaró que los inspectores permanecerán en Siria hasta que el domingo el Consejo Ministerial de la Liga Árabe determine qué hacer. Ese órgano que tiene a Catar de presidente de turno debe definir si propone una extensión o retira la misión.
Al-Khoudhir señaló que la posibilidad de extender el trabajo de observación más allá del 19 de enero estaba contemplado en el protocolo, aunque debe ser regulado por otro memorando entre Siria y la Liga Árabe.
Mientras, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó abiertamente tras reunirse el martes con el rey Abdullah de Jordania que Washington busca vías y formas para incrementar la presión internacional contra el Gobierno de Damasco.
Seguiremos trabajando con Jordania y otros aliados para crear "el tipo de presión y ambiente internacional que haga que el actual régimen sirio se eche a un lado".
Las declaraciones de Obama siguen a las del emir de Catar, Hamad Ben Jalifa Al Thani, quien incluso propuso crear una fuerza árabe de intervención contra Siria y a las del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que llamó al Consejo de Seguridad a adoptar una resolución antisiria.
En una inusual reseña, el canal satelital Al-Jazeera, principal punta de lanza en la campaña mediática contra Siria, reconoció hoy que Catar, que hasta hace poco mantenía estrechos nexos con Damasco, se convirtió en un duro crítico de su gobierno y retiró a su embajador el pasado verano.
Desde que comenzó la llamada Primavera Árabe en diciembre del 2010, Catar ha apoyado de forma agresiva "los movimientos de oposición, principalmente en Libia, donde entrenó, armó y guió a los efectivos a derrocar al gobernante de ese país, Muammar Gaddafi", recordó ese medio.
El portal israelí DEBKAFile afirmó en una investigación que la monarquía absoluta de Doha se esfuerza por hacer lo mismo en Siria, incluso con el uso de miles de mercenarios extremistas de países de la región.
Fuente: Prensa Latina