miércoles, 25 de abril de 2012

Jóvenes armenios recuerdan el genocidio en Buenos Aires


Miércoles 25 de abril de 2012
por Alejandro Haddad

Buenos Aires - En el día de ayer se realizó una marcha desde la Facultad de Derecho hasta la embajada de Turquía, donde se recordó el 97 aniversario del inicio del primer genocidio del siglo veinte.

Como a los nazis
“Como a los nazis les va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar” coreaban las seiscientas voces armenias, casi todas jóvenes y niñas, quienes se congregaron en las escalinatas de la Facultad de Derecho para marchar hacia la embajada de Turquía en Buenos Aires y decirle al embajador que no han olvidado el genocidio.

Es curioso, hace poco más de una década, la canción nació para advertirles a los militares de la dictadura argentina que serían ubicados y que se haría justicia con ellos, a pesar de que la justicia formal, la del estado, no lo hiciera. La persistencia del reclamo logró anular las leyes que protegían a los genocidas. Muchos de ellos hoy están presos y la dictadura es sinónimo de genocidio.

Pero la frase recuerda a los nazis y el genocidio cometido por éstos fue contra judíos, negros, gitanos, comunistas, homosexuales, disidentes políticos. Recuerda a los nazis porque fueron juzgados y Alemania reconoció la masacre. ¿Pero los armenios qué?

La marcha
“¿Sabés qué es?”, pregunta un muchacho apoyado en una de las columnas de la facultad. “Es por el genocidio armenio”, explico. “¿Es una marcha partidaria?”, inquiere otra vez. “Son del pueblo armenio”, explico otra vez. “Ah”.

“La sociedad sabe lo que pasa. Todo el mundo está enterado”, respondió ella a la pregunta de un periodista. Pero igual marcharon por que justicia todavía no hay.

Descendieron las escaleras de la facultad y tomaron por la avenida Libertador hacia la zona de las embajadas. Quinientos metros recorrieron encabezados por una bandera que rezaba: “Dos 24, una sola lucha. 24 de abril de 1915, 24 de abril de 1976”. Así unían dos reclamos, justicia por los asesinados armenios, justicia por los desaparecidos argentinos.

Hrant Dink, periodista armenio residente en Turquía.
Asesinado por fanáticos turcos en 2007
Entre los tantos rostros estaban presentes los del Club Armenio, del grupo scout, de la Unión Juventud Armenia. Muchas banderas armenias y carteles con la sutil frase “Turquía estado genocida”.

Entonces cantaban. “Van pasando los años/ el pueblo armenio sigue reclamando/ una cusa de vida/ castigo para el genocida”.

Un cartel recordaba al periodista armenio residente en Turquía Hrant Dink, asesinado el 19 de enero de 2007 en la puerta del periódico “Agos” que dirigía, por un grupo nacionalista turco. Hrant había cometido el pecado de hablar sobre la cuestión armenia.

Hrant es el asesinado 1.500.001

Acto
Las seiscientas voces llegan a la embajada de Turquía, la cual está toda vallada y protegida por policías que esta vez no serán insultados. El objetivo es otro.

Algunas de las mil doscientas manos encienden velas y las colocan sobre las vallas. Ponen una bandera Armenia. El altar quedó constituido. Un poco más acá, sobre la avenida, una diminuta plazoleta sirve de estrado.  (La embajada esta en la esquina de lo que podría ser una península, una cuña queriéndose meter en la vida y el ritmo cotidiano de la avenida) Allí hay luces, micrófono y parlantes. Ella lee explicando la presencia de cien mil armenios en Argentina. “Por la persecución nos hemos diseminado por el mundo”, e inmediatamente reclama que “los genocidas sean castigados”. Entonces recuerda como grito de victoria que gracias a las movilizaciones han logrado que en el año 2007, el Congreso de la Nación argentina sancione la ley 26199 por la cual se instituyó el 24 de abril como “Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los pueblos”. Así mismo, hizo referencia a un fallo de la justicia federal argentina de abril de 2011 que declaraba a Turquía responsable de la masacre de armenios. El primer fallo de este tipo en todo el mundo.

Efectivamente. En aquella oportunidad, el diario El Mundo de España se asombraba: “Los periodistas que participaron en la improvisada rueda de prensa, a las puertas de los tribunales, no acababan de entender lo que [el juez] Néstor Oyarbide les intentaba explicar. ¿Una sentencia contra Turquía por delitos cometidos durante la Primera Guerra Mundial?” Sí.

Momento de silencio en homenaje a los hijos y nietos que siguen sosteniendo la memoria y buscando justicia.

“No dudamos en venir aquí”, afirma un joven que ha tomado el micrófono. “Esta es la puerta de la diplomacia”. De espaldas, pero mirando a los seiscientos rostros, pero hablándole al embajador turco, prosiguió. “Usted representa al estado turco genocida. Nosotros representamos la verdad, el reconocimiento y la reparación”.

En su discurso hizo referencia a las 40 mil personas reunidas en la céntrica plaza de Taksim, Estambul, para negar el genocidio. Reunión en la cual se corearon consignas contra el pueblo armenio. “Fue una demostración del negacionismo”, aseguró.

Ragip Zarakolu, periodista y escritor turco.
Militante de los Derechos Humanos
Luego habló sobre el plan turco-azerí de limpieza étnica. En referencia a eso, advirtió que la reciente apertura de la embajada de Azerbaiyán en Buenos Aires es para contrarrestar el trabajo de los armenios. Y dijo: “su presupuesto militar es dos veces mayor que todo el prepuesto de Armenia”. Y remarcó: “nos queremos la guerra. Nosotros queremos la paz para toda la región del Cáucaso”.

Hay otros turcos y por eso llegó el reconocimiento al escritor y periodista de ese país Ragip Zarakolu, varias veces preso en Turquía por su militancia en Derechos Humanos. La primera oportunidad por atreverse a hablar de “genocidio armenio” sin tapujos. La última vez, detenido por su defensa a una solución pacífica a la causa kurda.

Llega el final del acto. O no.

¿Quién habla de los armenios?
Es curioso. Armenios cantando que a los turcos les va a pasar lo que a los nazis. La historia es claramente anacrónica. Pero efectiva.

Ante los resguardos históricos exigidos por sus subalternos en relación a la “solución final”, Hitler  habría dicho: “¿quién habla hoy de los armenios?”