martes, 24 de abril de 2012

Se conmemora en Turquía el genocidio armenio


Miércoles 25 de abril de 2012
EFE


Estambul - Varios centenares de personas han conmemorado hoy en una plaza pública de Estambul la matanza de armenios de 1915, bajo fuertes medidas de seguridad.

Conmemoración del genocidio armenio en la
plaza Taksim de Estambul
El gobierno turco sigue negando que las masacres de armenios cometidos por las tropas del Imperio Otomano en 1915 pueda constituir genocidio, pero una creciente sector de la sociedad civil turca pide revisar la versión oficial.

Por tercer año consecutivo, centenares de personas se reunieron en la plaza céntrica de Taksim en Estambul para conmemorar el Día del Genocidio Armenio, celebrado también en otras partes del mundo.

La sentada tuvo lugar entre fuertes medidas de seguridad, dado que un pequeño grupo de miembros del ultranacionalista Partido de Liberación Popular (HKP) realizó una contramanifestación a pocos metros, denunciando el acto como un intento de dividir Turquía.

Un centenar de policías antidisturbios y una cadena humana de civiles separaban los dos grupos y el acto transcurrió sin incidentes.

El eslogan "Este dolor es de todos nosotros" en turco, armenio, kurdo e inglés acompañaba la imagen de una granada hendida, símbolo de la división causada en la sociedad de Anatolia por el genocidio.

"Algunas heridas no se curan con el tiempo", afirmaba la pancarta.

Cuarenta artistas, escritores e intelectuales turco-armenios habían sido invitados al evento, dando así públicamente la cara a favor de una revisión de la historia oficial, y la palabra "genocidio" fue utilizada en la conmemoración, rompiendo así un tabú que aún domina el discurso público.

Entre los firmantes se halla Arat Dink, hijo del periodista turco-armenio Hrant Dink que fue asesinado en 2007 y se ha convertido en símbolo de los esfuerzos por reconciliar a turcos y armenios.

La mayor parte del acto transcurrió en silencio, sólo acompañado por música armenia, y en sus breves alocuciones, los portavoces recordaron el dolor causado por las muertes y pidieron "unidad" entre los diferentes sectores de la sociedad turca, para afrontar conjuntamente este capítulo oscuro de la historia común.

La mayoría de los historiadores da por probado que el traslado de más de un millón de armenios de sus hogares en Anatolia a los desiertos de Siria, donde la mayoría murió de inanición, fue un genocidio.

La versión oficial turca, en cambio, sostiene que las muertes de armenios ocurridos en la última década del Imperio Otomano tuvieron lugar en un clima de enfrentamiento entre el ejército otomano y milicias armenias aliadas con Rusia, pero que no constituyeron un plan de exterminio.

En enero pasado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó a Francia con duras sanciones si este país llegase a aprobar una ley que penaliza negar que la masacre armenia constituya genocidio.

Pero para numerosos defensores de los derechos humanos turcos, no sólo los que tengan relación con la comunidad armenia, la reconciliación impulsada por Hrant Dink es una de las causas más importantes para dejar atrás el nacionalismo que impregna la sociedad y complica también la solución de otros conflictos, como el kurdo.