por Stuart Littlewood
Redress Information & Analysis
Fuente: Rebelión
Traducido por Ricardo García Pérez
Stuart Littlewood refiere la asombrosa historia de unos estudiantes palestinos de Gaza que compiten en un concurso internacional para diseñar y construir un coche de carreras para el que, debido al asedio medieval que Israel les impone, están utilizando tuberías de agua y piezas de desgüace de vehículos en desuso.
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Auto de carreras diseñado por estudiantes palestinos encerrados en la Franja de Gaza por el bloqueo impuesto por Israel |
Lo hicieron el año pasado. Y están planeando volver a hacerlo este año; al menos, eso es lo que su asociación de estudiantes me cuenta. Y estoy tratando de obtener confirmación.
El reto
Fórmula Estudiantes (FS, Formula Student) es un desafío para estudiantes universitarios de todo el mundo consistente en diseñar y construir un monoplaza de carreras al que, después, deben someter en la pista del Circuito de Silverstone, en el Reino Unido, a una serie de pruebas estáticas y dinámicas.
El objetivo es estimular a los jóvenes e incentivar destrezas de ingeniería avanzada. En Europa, el concurso está gestionado por la Institución de Ingenieros Mecánicos (IMechE, Institution of Mechanical Engineers). En Estados Unidos hay un concurso semejante organizado por la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE, Society of Automotive Engineers).
Los estudiantes tienen que imaginarse que han sido contratados por una empresa para fabricar un prototipo de automóvil que será evaluado. Además de las destrezas técnicas, el ejercicio requiere aprender cuestiones de gestión, marketing y habilidades sociales. La industria del deporte del motor lo considera una demostración de que los estudiantes consiguen realizar la transición desde la universidad al puesto de trabajo.
La ganadora del año pasado en la primera categoría fue la Universidad de Stuttgart. Como es lógico, Stuttgart es la sede de Mercedes-Benz y Porsche, y ese centro universitario es célebre por su ingeniería superior de automoción. El propio Gottlieb Daimler estudió allí, y la misma universidad otorgó a Wilhelm Maybach un doctorado honoris causa cuando tenía setenta años. ¡Nombres a los que invocar!
Con esto nos podemos hacer una idea de a quiénes se van a enfrentar finalmente los chicos de Gaza, que empiezan en la segunda categoría. Peter Leipold, de 26 años, Director Ejecutivo del equipo Rennteam de Stuttgart, declaró:
"Fórmula Estudiante te da la oportunidad de aprender mucho más de lo que podrías aprender a base de estudiar, de becas y de diplomas. Tienes que enfrentarte a ideas y conceptos, cuestiones de diseño, fabricación, costes, materiales, pruebas, logística... el abanico de trabajos que hay que llevar a cabo es inmenso. No creo que haya ningún otro concurso en el mundo en el que se pueda aprender tanto."
La construcción del coche debe ajustarse a lo establecido en las casi 30 páginas de reglas y normativa estrictas. Se debe utilizar un motor de cuatro pistones con una cilindrada no superior a 610 cc., pero eso basta para disparar al coche de 0 a 100 km./h en solo unos segundos. También se permiten únicamente vehículos eléctricos o híbridos.
Hay otras normas que afectan a la valoración del jurado. Los coches se valoran mediante una serie de pruebas, como las relacionadas con las inspecciones técnicas, el coste y la sostenibilidad, la presentación y el diseño de ingeniería, las pruebas de rendimiento en solitario y la resistencia al alto rendimiento en pista.
Hay reglas relacionadas incluso con la «conducta antideportiva».
El concurso lleva celebrándose en el Reino Unido desde 1998, y Silverstone es el lugar donde se realiza desde el año 2007. En la actualidad, Silverstone, además de ser sede de las carreras de Fórmula 1, incorpora un parque tecnológico y es un universo muy distinto del viejo circuito del aeródromo que muchos de nosotros recordamos de las décadas de 1950 y 1960.
Bajo el bloqueo y con escasez de recursos
El Centro de Formación Khan Younis (KYTC, Khan Younis Training Center), situado cerca de Rafah, en el extremo meridional de la Franja de Gaza, fue creado en el año 2007 por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, United Nations Relief and Works Agency) con el fin de ofrecer formación a los refugiados de Gaza con la intención de introducir el trabajo cualificado en la economía local. Uno de los programas que ofrece es de electrónica de automoción, que comprende diagnóstico, mantenimiento y reparación de sistemas de automoción, de inyección y arranque y electrónicos y eléctricos.
Desde que Hamas ganó las elecciones del año 2006 en Palestina e hizo valer su derecho de gobernar la Franja de Gaza, este minúsculo enclave costero ha sufrido el bloqueo depravado de Israel, que la ha convertido en una prisión. Nada entra ni sale de Gaza sin la autorización de Israel. Si bien el asedio es ilegal según la legislación internacional, la comunidad internacional no hace nada. En el año 2009, la primera promoción de electrónica de automoción del KYTC, frustrada por la falta de suministros de taller para las prácticas, se propuso construir un coche de carreras a base de materiales de reciclaje. Al año siguiente, los estudiantes decidieron dar un paso más y construir un coche ajustándose estrictamente a las normas del concurso Fórmula Estudiante de Europa. Finalmente, once estudiantes viajaron al Reino Unido el pasado mes de junio con su creación de alto octanaje.
El equipo se inscribió en la segunda categoría y acabó obteniendo el tercer premio por el plan de negocio y el noveno por su informe económico. Pero se les descontaron muchos puntos de penalización por no haber cumplido los plazos para el diseño y el informe de especificaciones. Se debió a que el bloqueo ilegal de Israel impidió que determinados componentes les llegaran de Italia. El equipo tuvo que improvisar con materiales de reciclaje de Gaza. Si no se les hubieran restado los puntos de penalización por el diseño y la sección de especificaciones, hubieran acabado clasificados en la primera mitad de la tabla junto con Bath, Budapest, Brunel y Edimburgo.
El doctor Colin Brown, Director de Ingeniería del ImechE, dijo:
"Es verdaderamente estimulante ver a un equipo trabajar tanto frente a todos los obstáculos que se les acumulan. Fórmula Estudiante es un reto descomunal en sí mismo, pero trabajar casi por completo con materiales de reciclaje en una de las zonas más depauperadas del mundo es sobresaliente."
Estos estudiantes son el paradigma del ánimo y la inventiva de quienes participan en el concurso Fórmula Estudiante.
Un chasis hecho de tuberías de agua domésticas y alimentado por un motor viejo de motocicleta
¿Quiénes son estos jóvenes sorprendentes y quiénes los animaron a participar? La UNRWA informa:
"Los once jóvenes que componen el equipo de Fórmula Estudiante realizan un curso de electrónica de automoción concebido para proporcionar fundamentos prácticos sólidos en ingeniería de automoción. En términos educativos, equivale a un nivel de bachillerato superior o similar. Muchos tienen unos estudios previos que Naciones Unidas califica de propios de lugares de «pobreza máxima», lo cual quiere decir que sus familias no disponen de recursos económicos para satisfacer sus necesidades más básicas, como las de alimentación, vestido, higiene..."
El director del KYTC, el doctor Ghassan Abu-Orf, tuvo conocimiento del entonces incipiente concurso de Fórmula Estudiante cuando impartía clases en la Universidad de Sunderland, en el Reino Unido. A su regreso a Gaza, consideró que construir uno de esos coches a escala local sería un proyecto ideal para sus alumnos.
Según Emel, la revista musulmana de moda y diseño,
una vez que el equipo hizo los planos del coche y determinó los componentes imprescindibles que necesitaría, se pusieron en contacto con diversos proveedores de todo el mundo para ver cómo podían adquirirlos. Después de que muchas empresas les volvieran la espalda, encontraron una compañía italiana dispuesta a trabajar con ellos. Pero incluso después de que les enviaran los componentes, las autoridades israelíes no permitieron que las piezas entraran en la Franja de Gaza.
«No nos rendimos -declaró a Emel un miembro del equipo-. Como palestinos que somos, siempre buscamos un plan B.»
De manera que los estudiantes buscaron maquinaria y coches viejos en la Franja de Gaza y recuperaron las piezas necesarias. El motor procedía de una motocicleta Honda usada y el chasis lo fabricaron con tuberías de agua caliente de viviendas. «Por desgracia, no disponíamos de las herramientas, las máquinas y las piezas necesarias que nos brindaran los mejores resultados posibles; en Gaza, la tecnología sigue siendo bastante primitiva y anticuada para la media internacional. Pero nuestra misión era distinta, y sigue siéndolo.»
Sahar Mousa decía en un artículo publicado en Rotterdam4gaza:
"Para nosotros, el concurso de Fórmula Estudiante es más que un premio, es más que una competición que hay que ganar, no tiene relación con hacerse famoso o conseguir ninguna recompensa material. Cuando pensamos en el concurso pensamos en Palestina, pensamos en el pueblo palestino, dondequiera que esté, pensamos en el mensaje que tenemos que enviar al mundo. Tenemos que decirle a todos que formamos parte de este mundo y que merecemos un lugar en él. Sabemos ser activos y la juventud palestina es capaz de crear, innovar y competir."
Sí, podemos hacerlo, somos lo bastante fuertes para hacerlo, porque es por Palestina y por todos y cada uno de los palestinos.
La complacencia de las autoridades palestinas
Por desgracia, envío este artículo sin aportaciones de los principales actores: la Asociación General de Estudiantes Palestinos del Reino Unido, que acogió al equipo de Gaza mientras estuvo en Gran Bretaña; la embajada palestina en Londres; o el propio equipo. ¿La razón? Tras varias solicitudes, la asociación dijo que estaba «demasiado ocupada» como para facilitarme los datos de contacto del equipo.
Hasta donde yo sé, la embajada no ha emitido ninguna nota de prensa o resumen, aunque el pasado mes de junio sí difundió en su página web un reportaje de The Daily Telegraph. He escrito dos veces a la oficina del embajador solicitándole información y los datos de contacto, pero no han hecho más que ignorarme. Rastreando en Internet encontré una dirección de correo electrónico general del KYTC. He enviado dos mensajes, pero no hay respuesta.
De manera que esta asombrosa historia está montada a partir de otras fuentes. Si hubiera tenido conocimiento de ella el verano pasado, habría ido a Silverstone a animar a los chavales.
Lo que me habría gustado saber es lo siguiente:
Durante su estancia en el Reino Unido, el equipo hizo una visita al Parlamento y, supuestamente, a otros lugares además de Silverstone. ¿Consiguieron establecer algún contacto valioso con la industria de automóviles de alto rendimiento (constructores o departamentos de I+D) o trabar relación con instituciones educativas y formativas semejantes?
¿Han concertado algún programa ya para su visita del año 2012?
¿Qué cambios están introduciendo para el año 2012? ¿Presentarán el mismo coche modificado u otro completamente nuevo? ¿Será el mismo equipo u otro?
Estas fueron algunas de las preguntas que remití al director, aunque tal vez no las haya recibido. También le pedí fotografías. De nuevo, nada.
Solo quedan tres meses para la próxima edición. Si los chavales del KYTC leen esto y quieren ponerme al día con los preparativos que estén haciendo, me encantará ir informando periódicamente. Pero espero que aprecien que los periodistas y reporteros necesitamos conocer sus historias y continuar. Si no somos capaces de conseguir una respuesta a tiempo o de conseguir el contacto adecuado, las historias pierden interés enseguida.
Por lo que se refiere a la embajada palestina en Londres, su principal tarea es sin duda representar a todos los palestinos desde la óptica adecuada, exhibir sus proezas y contribuir a abrir puertas a las oportunidades. Este año, si regresan de hecho estos admirables jóvenes, confiemos en que el embajador y su personal acudan al baile y participen activamente.
Fuente original: http://www.redress.cc/palestine/slittlewood20120225