Prensa Latina
Damasco- Al tiempo que acoge hoy al enviado especial de la ONU Kofi Annan y su propuesta de arreglo político, Siria igualmente asume el entendimiento entre Rusia y la Liga Árabe (LA) de un plan neutral de cinco puntos para resolver la crisis.
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El enviado de la ONU Kofi Annan y el presidente de Siria Bashar al Assad |
No obstante, al recibir anoche a Annan, el presidente Bashar al-Assad recalcó que cualquier diálogo o proceso político no podrá tener éxito mientras existan en el país grupos terroristas empeñados en desatar el caos y desestabilizar la sociedad con ataques contra civiles y militares, asaltos y saqueos de propiedades públicas y privadas.
Señaló, además, que el éxito de cualquier gestión requiere primero que se analice y observe lo que sucede en el terreno para tener una visión objetiva, en vez de depender solo "en el espacio virtual que promueven algunos países de la región y Occidente que distorsionan la realidad y dan una imagen opuesta a lo que Siria está pasando".
Al-Assad se reúne este domingo nuevamente con Annan, según trascendidos, en medio de intensas gestiones que tuvieron de escenario además el sábado a El Cairo, Egipto, donde el canciller ruso, Sergei Lavrov, se reunió con los ministros de la LA, y anunció un entendimiento sobre un plan de cinco puntos, no lejano a la propuesta de seis puntos de China, para poner fin a la crisis siria. En rueda de prensa en la capital egipcia, Lavrov afirmó que estuvieron de acuerdo en cinco puntos: poner fin a la violencia procedente de todas las partes, establecer un mecanismo imparcial de observación, detener la interferencia extranjera, brindar asistencia neutral humanitaria a todos los sirios y apoyar la misión del enviado de la ONU, Kofi Annan.
Para el ministro ruso, esas medidas son de gran importancia y envían un claro mensaje a todas las partes sirias, y expresó que estuvieron de acuerdo en hacer que la incipiente misión de Annan tenga éxito, "con la esperanza de que conduzca al inicio de un diálogo sin resultados adelantados".
El canciller sirio, Walid al-Moallen, había manifestado el pasado martes la aceptación por Damasco de una propuesta de China muy parecida a la que ahora Moscú discutió en El Cairo, y que Lavrov dijo fue aceptada por el Consejo Ministerial de la LA.
Sin embargo, pese al optimismo ruso, dirigentes árabes que han venido actuando como puntas de lanza en la feroz campaña antisiria expresaron inconformidad, reservas y hasta insistieron en sus belicosas posiciones.
El primer ministro y canciller de Catar, Hamad bin Jassem al-Thani, consideró que no es necesario detener la violencia armada en este momento, e insistió en que todo esfuerzo debe centrarse en desplegar fuerzas árabes e internacionales, entendiéndose esto que serían de la OTAN, en Siria.
Para Jassem al-Thani, una tregua no es suficiente, los dirigentes sirios deben ser juzgados y los prisioneros políticos liberados, demandó
Por su parte, el ministro del Exterior de Arabia Saudita, príncipe Saud al-Faysal, opinó que toda gestión para una solución pacífica a través del diálogo ha fracasado y propuso lo que llamó "soluciones misericordiosas" por medio de la OTAN.
Al-Faysal reiteró su respaldo a la oposición armada contra Siria y exigió que el gobierno de Damasco deje de combatir a los grupos pertrechados principalmente con dinero de Riad y Doha.
A esas bandas, mayormente entrenadas en Turquía, se han engranado afiliados de las doctrinas extremistas y radicales islamitas del salafismo, el wahabismo, la Hermandad Musulmana y la red terrorista al-Qaeda, según confesiones a la televisión siria de sus propios miembros capturados por las fuerzas de seguridad.
El Jeque Mohammad Al-Sabah, canciller de Kuwait país que ahora asume la presidencia rotativa de la LA, se sumó a los llamados contra Siria y abogó por la intromisión extranjera en los asuntos del país levantino.
Y los grupos de la oposición fuera de Siria dijeron respecto a la misión de Kofi Annan que el tiempo para las gestiones diplomáticas ya había acabado.
Pese a las diferencias y reservas, Lavrov y sus interlocutores árabes en El Cairo dijeron de todas formas que llegaron a un entendimiento.
Mientras, Estados Unidos ya elaboró un nuevo proyecto de resolución sobre el caso sirio para someterlo al Consejo de Seguridad de la ONU, pero su propio departamento de Estado ya expresó pesimismo de que fuera aceptado. Y Francia dijo que se opone a cualquier medida que sea favorable al gobierno de Damasco.
Por su parte, el canal al-Jazeera acusado de llevar la voz prima en la ofensiva mediática contra Damasco, informó este domingo que "las potencias mundiales se encaminan a un nuevo choque diplomático sobre Siria cuando los cancilleres de los principales miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se reúnan el lunes".
Agregó que lo que desean los organizadores británicos de la cita es pasar revista a las revueltas de la llamada primavera árabe, pero esta estará ensombrecida -estimó esa emisora- por la división sobre cómo detener al presidente al-Assad.