EFE
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió ayer al Gobierno de Irak que inicie "sin más demora" la reubicación de los refugiados iraníes del campamento de Ashraf, al tiempo que exhortó a los habitantes del lugar y también a las autoridades a que colaboren "pacíficamente" en el proceso.
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Ban Ki-moon, secretario general de la ONU |
El máximo responsable de la ONU recordó al Gobierno iraquí que tiene "la principal responsabilidad" de velar por "la seguridad y el bienestar de los residentes del campamento de Ashraf", mientras que indicó a los refugiados que su "responsabilidad es la de obedecer las leyes de Irak".
"Se debe evitar cualquier provocación o muestra de violencia, que además sería inaceptable", añadió Ban, quien animó a los Estados miembros de la ONU a contribuir a "una solución duradera" del conflicto "aceptando a los refugiados del campamento que deseen asentarse en terceros países".
El secretario general alabó los esfuerzos de las autoridades iraquíes a la hora de preparar el campo Liberty, un lugar de tránsito temporal para acoger a los habitantes del campamento y donde la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pueda determinar el estatus de refugiados para a quienes les pertenezca.
En el campamento de Ashraf residen desde hace casi 20 años unos 3.400 opositores del régimen iraní pertenecientes al grupo de los Muyahidines del Pueblo de Irán, que dejó las armas en 1990.
La gestión del campamento de Ashraf estuvo a cargo de las fuerzas de Estados Unidos desde la invasión de Irak, en marzo de 2003, hasta 2009, cuando pasó a manos iraquíes.
Desde entonces, los iraníes que residen en el campo han denunciado en varias ocasiones agresiones cometidas por las autoridades de Irak.
En abril de 2011 fallecieron 34 personas en un ataque de las fuerzas de seguridad iraquíes, que en 2009 ya atacaron Ashraf y causaron 11 víctimas mortales, 500 heridos y 36 detenciones, según la resistencia iraní, que llevó el caso a los tribunales de varios países del mundo.
En abril pasado el Gobierno iraquí anunció que daba plazo hasta final de 2011 para que esos opositores iraníes abandonaran Irak.
Tras un llamamiento de la ONU a prolongar la existencia del campamento de Ashraf hasta encontrar una solución para los refugiados, Irak aceptó esperar hasta el próximo 30 de abril a cambio de que el organismo internacional se comprometa a sacar del país a la mitad de los refugiados durante los próximos meses.