sábado, 4 de febrero de 2012

Irak se desvincula de sanciones contra Irán

Sábado 4 de febrero de 2012
Prensa Latina

Irak esgrimió hoy sus "fuertes y distintivas" relaciones con Irán para argumentar su interés de mantenerse al margen de las nuevas sanciones económicas promovidas por Estados Unidos contra su influyente vecino, señaló una fuente oficial.

Alí Al-Dabbagh, portavoz del gobierno iraquí
El portavoz del Gobierno iraquí, Alí Al-Dabbagh, afirmó que la administración del primer ministro Nouri Al-Maliki decidió pedir a Washington que excluya a esta nación de acatar las recientes medidas punitivas contra la República Islámica.

El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó el 31 de diciembre una ley para interrumpir las transacciones con el Banco Central de Irán (BCI), y semanas después la Unión Europea decidió bloquear las ventas de petróleo de Teherán, medidas que serán efectivas en próximos meses.

Al-Dabbagh explicó este sábado que el asedio a Teherán ha creado dificultades económicas a Bagdad, debido a los lazos comerciales y económicos que lo unen a su "gran vecino".

"Hay relaciones muy fuertes y distintivas entre los sectores privados de ambos países e Irán es una de las principales fuentes de bienes comestibles y otros productos que importa el mercado iraquí", explicó en declaraciones reseñadas por la agencia Aswat Al-Iraq.

El vocero puntualizó que la magnitud del intercambio comercial entre ambos Estados vecinos excede miles de millones de dólares, incluyendo tanto las compras privadas como estatales.

"Irak no puede ser obligada a acatar las sanciones, como sí lo está a asegurar nuestros intereses", reiteró Dabbagh para luego acotar que por ello presentará dentro de pocos días una demanda a Estados Unidos para que lo excluya del "sistema de sanciones" contra Teherán.

Aunque admitió que el gobierno iraquí "está dispuesto a implementar las leyes internacionales y comprometido a aplicar otras sanciones impuestas" contra el país persa, en este caso cortar las transacciones con el BCI lo ve como "una fuente especial de problema".

"No podemos detener nuestras relaciones comerciales y financieras con Irán", sentenció al admitir que "nos podríamos ver afectados por las sanciones que (Estados Unidos) nos impondrían en el caso de no comprometernos con las sanciones (sic)".

El país mesopotámico, sumido en una crisis sectaria entre el gobierno chiita y la oposición sunnita, también expresó su preocupación por la escalada de tensión entre Occidente y la República Islámica, con amenazas de agresión militar y de bloqueo petrolero a partir de julio.

"Irak será uno de los mayores perdedores si Teherán cumple su amenaza de cerrar el Estrecho de Ormuz", admitió el portavoz.