Prensa Latina
Rusia declinó hoy su participación en la llamada Conferencia de Amigos de Siria, en Túnez, y llamó al secretario general de la ONU a enviar un representante al Estado levantino para organizar el suministro de ayuda humanitaria.
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Alexander Lukashevich, vocero de la cancillería rusa |
Solo tenemos versiones de que al encuentro no fueron invitados representantes del gobierno y ello quiere decir que los intereses de la mayoría de la población siria a favor de las autoridades quedarán sin ser atendidos en ese evento, apuntó.
Además, el encuentro está lejos de respaldar un diálogo nacional sirio para superar la crisis interna, que, sin embargo, aparece como el anunciado objetivo del foro, destacó.
Por el contrario, se crea la sensación de que se trata de la preparación de una coalición internacional, como sucedió con el Grupo de Contacto de Libia, para apoyar a una de la partes contra otra en un conflicto interno, denunció el portavoz oficial.
Además, tenemos dudas sobre el acta final de la conferencia que, según versiones conocidas, es elaborado por un grupo reducido de participantes para luego presentar un documento, en el cual el resto de los asistentes apenas estampen su firma, subrayó.
Lukashevich llama, por otro lado, a buscar las vías para poner fin a la violencia de todas las partes en el diferendo sirio, con el fin de enviar ayuda humanitaria a partes afectadas en la nación levantina.
Rusia propone al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a enviar a su representante a Siria para organizar allí con el Gobierno y el resto de las partes en el diferendo las garantías para el paso de ayuda humanitaria a zonas afectadas, anunció el vocero.
Medios de prensa locales comentan como Occidente apoya, cada vez de forma más abierta, a grupos armados, cuyos miembros muchas veces provienen de naciones como Irak, Líbano y Turquía, pertrechados desde afuera y entrenados por asesores europeos y estadounidenses.
Las acciones violentas de las referidas formaciones, que Damasco califica de terroristas, perpetran atentados dinamiteros, atacan edificios públicos y ocupan poblados, algo que Moscú denuncia en todo momento.