Prensa Latina
El activista palestino Khader Adnan finalizó ayer 66 días de huelga de hambre, luego que Israel se comprometió a excarcelarlo dentro de dos meses, presionado por numerosas protestas dentro y fuera de los territorios ocupados.
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Khader Adnan finalizó la huelga de hambre más prolongada que haya hecho un pelestino en una cárcel israelí |
Los militares sionistas arrestaron al palestino de 33 años de edad el 18 de diciembre del año pasado en su casa de Jenín y lo confinaron, sin cargos, a cuatro meses de detención administrativa, término usado por Tel Aviv para encarcelar por tiempo indefinido a numerosos palestinos.
Según explicó el afectado, los sionistas lo apresaron por el sólo hecho de ser portavoz del movimiento de resistencia palestina Jihad (guerra santa) Islámica, que tiene su base en la Franja de Gaza.
Hasta ahora las autoridades judiciales no han hallado evidencias de que participara en acciones armadas o ataques violentos contra ciudadanos israelíes.
El acuerdo para la liberación se alcanzó hoy antes de la audiencia prevista por la Corte Suprema de Justicia de Israel a pedido del abogado defensor de Adnan, quien denunció la encarcelamiento ilegal, así como golpizas y otros abusos sufridos durante su reclusión.
Adnan informó a sus abogados que suspendió la huelga de hambre y aceptó la oferta de cumplir su sentencia hasta el 17 de abril, mientras el arreglo con el Ministerio de Justicia incluyó que la Corte Suprema borrará su expediente y finalizará la detención administrativa.
De acuerdo con los reportes, el referido tribunal canceló la audiencia tras hacerse público el acuerdo, pero sobre todo para evitar más demandas de países europeos, la ONU y organizaciones de derechos humanos para que actuara ante el deterioro de la salud del recluso.
Cientos de personas se manifestaron durante semanas en Cisjordania y Gaza para protestar por el injusto castigo israelí a Adnan, devenido símbolo de la resistencia por protagonizar la huelga de hambre más prolongada de un prisionero palestino.
Sin embargo, el activista es uno de los cinco mil palestinos encerrados en cárceles sionistas por su oposición a la ocupación de su tierra, y uno de los más de 300 que sufren el controvertido régimen de detención administrativa.